Además de la brillante exposición del Dr. Alfredo Etchandy, en esta página recogeremos los comentarios y anécdotas que previamente a la citada conferencia, brindaron algunos panathletas. Lo hacemos así por considerar sumamente valioso y atractivo su aporte al tema central.
Señor Armando Fernández. Buen día a todos, que tengan una buena reunión. Parecería imprudente hablar de los Juegos Olímpicos, sabiendo que el Dr. Etchandy nos ilustrará sobre lo que pasó en Río. Ha sido un tema recurrente estas últimas dos semanas, por tanto pensé hacer una sintética referencia de unos minutos sobre la celebración más antigua y famosa en la antigua Grecia, como introducción si se quiere.
En las principales ciudades, se realizaban distintos juegos en honor de cuatro dioses: Apolo, Heracles, Poseidón, siendo el del santuario de Zeus, el más importante. Se hacía en la ciudad de Olimpia cada cuatro años, durante el verano. Así entonces, ustedes lo saben muy bien, la olimpíada es el período que transcurre entre un juego y otro. Comenzaron en el año 776 antes de Cristo y desaparecen en el año 336 después de Cristo, hace ya 2800 años de esto. Durante los juegos, que duraban 5 días, el pueblo griego concurría a esos lugares sagrados para celebrar su pasión; se realizaban ceremonias religiosas, sacrificios, actuaciones teatrales, discursos filosóficos, recitales poéticos y música, desfiles, banquetes, celebración de victorias y además se incentivaba el ambiente cultural de la creación humana, como la arquitectura, la escultura y las matemáticas, que han perdurado a través de los siglos y acá tenemos muchísimos ejemplos en nuestro país. En el Palacio Legislativo hay mucho de lo que es griego, y yo lo quise buscar pero no me acordé; había el Discóbolo de Mirón, una réplica a la altura de Av. Italia, que ya no sé si existe, estaba en mi barrio, también una réplica de esa famosa obra arquitectónica.
Durante el desarrollo de los juegos atléticos, existía una tregua sagrada cesando las guerras en el mundo griego. En los primeros juegos se disputaban unas carreras que tenían más o menos unos 190 metros, el pentatlón, lanzamiento de disco y jabalina, carreras pedestres, salto largo y lucha libre. La gran mayoría de los atletas competían desnudos, untados con aceite; no estaba permitido la asistencia de las mujeres, no por eso, sino porque tampoco podían competir. Pero uno de los espectáculos más célebres, eran las carreras de cuadrigas, carros tirados por cuatro caballos; también había carreras de caballos de jinetes y otros con las armaduras puestas. Pero el más violento espectáculo era el pancratio, una lucha casi a muerte entre dos participantes, era una combinación de boxeo y lucha, se permitía todo excepto romper dedos, sacarse los ojos o morder, o sea que era un vale todo. No se cobraba entrada, había apostadores en esa época, vendedores ambulantes y bailes.
Los espectadores dormían a la intemperie, los victoriosos recibían como premio una corona de laurel, pero además eran aclamados recibiendo otros premios como estatuas que se hacían en honor de Zeus y hasta rebajas en los impuestos que ellos pagaban, eso es lo que se ofrendaba al ganador.
La llama olímpica, uno de los símbolos más venerados de los juegos, fue adoptada por los griegos, encendida en el altar de Zeus. La llama brilló por primera vez en la era moderna en forma permanente en los juegos de Ámsterdam en 1928, de grata recordación para nosotros por supuesto. Desde el año 1936, la llama se enciende en Grecia y es llevada por distintos países al lugar de la sede donde se van a realizar los juegos.
Quiero hacer una mención especial para la maratón. Es muy conocido por todos ustedes que está inspirada en la leyenda de Filípides, corredor profesional que llevó la noticia de la victoria griega sobre los persas en la batalla de Maratón, en el año 409 antes de Cristo, corriendo 40 kilómetros; en su llegada a Atenas gritó «alegraos hemos vencido» y calló muerto, exhausto; ese fue Filípides.
De esa época, un pícaro y agudo historiador, con mucha suspicacia y humor, pero sin ninguna maldad, ha escrito sobre algunos referentes de la cultura griega; hecho con algo de humor, este historiador decía: «La moda de silbar en lugar de aplaudir, fue creada por la Venus de Milo; unos de los dioses más queridos en el Olimpo era el dios Pan, que hacía buenas migas con todo el mundo; la madre de Edipo era Yocasta, pero nadie se lo creía; el hijo de Pitágoras cuando era chico se hacía Pi al cuadrado; en las reuniones de filósofos griegos cuando Empéracles pedía la palabra, nadie le hacía caso y, finalmente, el poeta griego Homero, era ciego por eso se supone que escribir la Ilíada le debe haber costado una Odisea».
Ya en la era moderna, unos breves destaques de influencias. En 1896, primera olimpíada en la era moderna en Atenas, el Barón Pierre de Coubertin, por aquella frase célebre y conocida, «lo importante no es ganar, sino es competir» y decía además «lo esencial en la vida no es sólo la conquista, sino luchar correctamente».
La vuelta olímpica, muy nuestra, el 9 de junio de 1924, Uruguay campeón olímpico de fútbol, en Colombes, para saludar al público que aplaudía y tiraba flores, dio una vuelta alrededor de la cancha; sin darse cuenta, habían inventado la «Vuelta Olímpica». El gol olímpico, el 2 de octubre de 1924, Uruguay flamante campeón olímpico, va a jugar a Argentina con una selección de allá; a los 15 minutos, gol de Cesáreo Onzari, desde la línea del córner; se le conoció como «el gol a los olímpicos», él nos había hecho un gol a nosotros, el gol a los olímpicos, pero luego por simplificación se conoció como «gol olímpico». Tiene una cosa en común, nunca deja de sorprender y eso es una verdad.
Estas son mis reflexiones ya conocidas, sobre la intención de hacer una especie de introducción, pero llegamos a un momento muy importante que tiene que ver con esta reunión. A todos nos consta que en este convivio muy particular, por el lugar, y el menú que vamos a compartir, todo se asocia al recuerdo del inolvidable panathleta. el contador José Figueras, que instituyó entre nosotros la paella anual, iniciada en nuestra propia sede de la calle Lucas Obes, a la cual podían asistir las señoras o las mujeres; eran las únicas dos oportunidades, la paella de José y la fiesta de fin de año.
Un personaje sencillo, tenaz, solidario, amigo con el alma buena y el abrazo cálido, siempre alegre y bromista. Nos conocimos en la pista oficial, en la década del 50, yo era alumno del ISEF, me invitó y competí sin mucho éxito por el Club Estocolmo, a instancias un poco de José. La pista era frecuentada por figuras de todos los deportes, Walter Pérez, éramos todos amigos porque nos conocíamos los que íbamos a usar la pista, Mario Fallos, Hércules Azcune. Les comentaba hace un rato que Hércules en esa época con un estilo no muy ortodoxo, saltó 1.95, era campeón sudamericano; Estrella Puente, funcionaria de la Comisión Nacional de Educación Física; Oscar Moreira, ganador de una travesía en San Pablo, era guardián de la plaza de la plaza de deportes; Enrique Irurueta otro boxeador que trabajaba en los talleres de la entonces Comisión Nacional de Educación Física y así entrenador deportivo y muchas figuras del deporte ahí se mezclaban.
Nos reencontramos con José mucho después, en el Panathlon en agosto del 96, cuando yo ingresé. Atleta, competía en carrera de vallas, y salto con garrocha, fue Juez de Atletismo de la Confederación Atlética del Uruguay; en el ámbito directriz fue pilar fundamental del atletismo veterano uruguayo, fundador del movimiento Atlético Master creándose posteriormente lo que es la COVEMON, la Confederación de Veteranos de Montevideo, ampliado posteriormente por la SAVUR, que es la Asociación de Atletas Veteranos del Uruguay. Dirigente y atleta nacional, sudamericano y mundial, digno panathleta, recibió el premio Fair Play en nuestra institución. Supo combinar todas estas formas y vivencias con estilo, sabiduría y maestría, a través de 33 años, el desarrollo del atletismo veterano, o master del Uruguay. Con su visión tomó una franja etaria descuidada, sin incentivo: los adultos mayores atletas que habían competido y otros también que eran principiantes. Varios torneos llevan su nombre, precisamente la Asociación de Atletas Veteranos del Uruguay, de la que fue presidente honorario, organiza el torneo José Figueras, a disputarse los próximos 24 y 25 de septiembre en la pista oficial. En el reencuentro nostalgioso, siempre aparecen seres capaces de generar sentimientos de admiración, que nos han influenciado con su ejemplo, por lo tanto, hoy no estamos para el silencio o la tristeza y su presencia flota en este ambiente, que aviva recuerdos de quienes lo tratamos; estamos para la alegría y el reconocimiento por todo lo que generosamente nos entregó. Por eso te decimos gracias José por el aporte de tus valores panathléticos, disfrutando tu paella hoy, en tu casa como en tantos días felices y que juntos compartimos y lo hacemos con un fuerte aplauso. Aplausos.
Señor Presidente (Walter Cibils). Gracias, muchas gracias Armando, brillante como de costumbre, muchísimas gracias por tus aportes.
Señora Patricia Damiani. Saludarlos a todos y un placer escuchar las anécdotas de las olimpíadas y también les quería comentar que desde chica, siempre Papá nos explicaba el significado del olivo en las olimpíadas, y ahora planté olivos, que tiene la finalidad de la producción del aceite de oliva, pero que también representa el amor al deporte. También hoy, recuerdo a Papá, ya que hace fecha que falleció. Aplausos.
Señor Héctor C. Lazcano, Cuando yo era cadete en la Escuela Militar y después como universitario, había corrido 800 metros. Estábamos para correr una carrera y me llevaron a la línea de largada y bueno, largamos; yo estaba acostumbrado a correr de una manera, que era la primera vuelta, la daba a media carrera y después la segunda la daba a fondo, hasta donde aguantara. Tomé la punta ya en la primera vuelta y en la segunda vuelta, sentía un chas, chas, chas atrás mío. Competían todos los liceos, entre ellos el liceo nocturno, y veía que no lo podía despegar al que estaba atrás mío, yo iba y él atrás, sentía el chas, chas, chas, remontamos la recta, el trató de quebrarme o sea de pasarme y ustedes saben que eso en atletismo es fundamental, si lográs pasarlo, prácticamente lo quebrás anímicamente, porque después recuperar ese puesto es difícil, y se me emparejó y ahí fuimos luchando hasta el final. Le gané al pecho, caminé dos o tres pasos y caí redondito, y echaba sangre por la boca del esfuerzo realizado, entonces viene el profesor Yubanova, que era el director técnico además del equipo de atletismo de Uruguay, viene y me golpea y me dice «le ganaste al campeón nacional». Pereira Abreu, era el campeón nacional de 800 metros, yo no sabía que corría con él, él iba al liceo nocturno y entonces vino él y me dice «¿quien sos vos?», y había batido el record, que en ese momento no era un record como el de ahora, yo había puesto 2 minutos en los 800 metros, y él tenía 2,03 y me dice «¿quien sos vos?», y yo le dije, soy un cadete, no podía hablar.
Terminó eso, ese año eran las olimpiadas, yo no recuerdo, fue después de Londres, sería por el 58, Helsinki, en el 56 y la Confederación Atlética del Uruguay, me designó para portar la antorcha olímpica desde la plaza Independencia por todo 18 de Julio, hasta el pedestal que había en la pista de atletismo. Corrí, me guiaban 3 motos adelante, la gente, la prensa y todo. Corrí por todo 18 y entré en la Pista de Atletismo, fui hasta el lugar del pebetero, yo no sabía a quién se la tenía que entregar, entrego la antorcha olímpica, sube los escalones, la prende, bajó y pregunto quién era a quien le había entregado la antorcha, era el record de los 200 metros, Walter Pérez.
Era Walter Pérez, pasaron los años, yo entré en el Panathlon y un día estábamos sentados, Walter Pérez, Rocca y yo, y le cuento eso a Rocca y Rocca me dice «no, tenés que decirle, porque Walter no debe ni saber quién fue que le entrego la antorcha», y le dije y me acuerdo que él se paró y me abrazó y se le caían las lágrimas, porque realmente un hecho que…, él fue por años record nacional de esa distancia. Esto es lo que quería contarles. Aplausos.
Señor Presidente. Muy buena la anécdota Héctor, muchas gracias Patricia por tus palabras, obviamente que tu papá está siempre en la mente nuestra. Le cedemos la palabra ahora a nuestro orador de hoy, al Dr. Alfredo Etchandy, que nos va a hablar sobre las Anécdotas de Río 16. Aplausos.
“ANÉCDOTAS DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS RÍO 2016”. Orador: Alfredo Etchandy.
Queridos panathletas, el gusto enorme de estar acá, después de haber presenciado el espectáculo más grande que puede tener el deporte, que son los Juegos Olímpicos. Nos acompaña quien es fundador de este Club y quien es un panathleta como el Dr. Julio César Maglione, que es una autoridad en el mundo del deporte, a nivel de distintos estamentos, no solo a nivel del Uruguay y del Comité Olímpico Uruguayo, sino de América, de FEDEPA, del mundo a través de la FINA y como miembro del COI, y que de alguna manera tiene responsabilidad también en todo esto que es la gran fiesta del deporte.
Sinceramente, participar de los Juegos Olímpicos, estar presente en lo que significan las contiendas deportivas, los mejores deportistas del mundo, en todas las especialidades, son cosas verdaderamente inolvidables, extraordinarias, y hoy decía Patricia, de su padre, del Cr. José Pedro Damiani, que sé que estuvo presente en 10 Juegos Olímpicos, o sea que vivió también de adentro la historia y que fue delegado en dos medallas de Uruguay, una del básquetbol y la otra del boxeo. Así que, también Patricia a través de lo que su padre le puede haber brindado, tiene un conocimiento cabal de todo eso y muchos de ustedes que fueron olímpicos, como el caso de Félix Sienra Castellanos, y otros, algunos que hoy no están acá y que también, estuvieron presentes en delegaciones olímpicas, bueno tienen que tener el recuerdo verdaderamente inolvidable.
Pierre Fredy, Barón de Coubertin, fue el que trajo al mundo moderno lo que hacían los griegos, los Juegos Olímpicos de la antigüedad, a lo que se refirió muy bien el profesor Armando Fernández. Realmente el Barón de Coubertin, hizo tres cosas fundamentales, fundó el Comité Olímpico Internacional, restauró los Juegos Olímpicos y creó una corriente filosófica, llamada olimpismo, que habla de que el deporte es un factor de educación que ayuda a la libertad de los pueblos y ayuda a la paz. Esas son cosas fundamentales, son valores que han quedado para siempre, y si bien hoy en los Juegos Olímpicos el cambio que ha tenido el mundo, la vida, la tecnología, el dinero, que ha cambiado muchas cosas en los propios Juegos Olímpicos, felizmente todavía en este tipo de competencias se rescatan muchos de esos valores que son en definitiva los que mantienen los pedestales que han edificado todo este gran edificio que es el olimpismo y el movimiento olímpico y que, sigue después de 120 años de creación. Los griegos estuvieron más tiempo, porque estuvieron 1169 años con los Juegos Olímpicos de la antigüedad, prácticamente 12 siglos; cada 4 años durante 12 siglos los griegos hicieron los Juegos Olímpicos que eran mucho más que una competencia de carácter deportivo, era un movimiento cultural de toda Grecia y que sirvió para unir a los estados, a las ciudades estados que tenía Grecia en ese momento, y nos dejaron el legado de los juegos, y nos dejaron también el legado de la «tregua sagrada», que fue también utilizada muchas veces por el Comité Olímpico Internacional, cuando la guerra de los Balcanes, por ejemplo, cuando la Unión Soviética desapareció y quedó atomizada en una serie de países que participaron como equipo unificado. Vimos desfilar al equipo de los refugiados en esta oportunidad, y vimos también atletas que compitieron bajo la bandera olímpica, son todas cosas que deben ser reconocidas y deben indudablemente tenerse en cuenta.
Esos Juegos Olímpicos de la antigüedad, tenían un carácter religioso, estaban dedicados a Zeus, y los terminaron los romanos cuando extendieron su imperio. Los romanos dominaron militar y políticamente a Grecia pero nunca culturalmente, porque siempre los griegos, en ese sentido, los superaron ampliamente a los romanos, y terminaron los juegos y los suspendieron por un tema también religioso, cuando el Imperio Romano se volcó hacia el cristianismo, a través de Constantino, y Teodosio, un emperador posterior, terminó los juegos porque no podía permitir que en su territorio se adoraran otros dioses que no fuera el dios cristiano. Por ritos paganos suspendió los Juegos Olímpicos y le puso el telón a quienes nos dieron al mundo y nos legaron el concepto de deporte, el concepto de deporte es de los griegos y hasta hoy se mantiene.
Ese concepto de deporte y esos valores, fueron tomados por Pierre de Coubertin, cuando creó los Juegos Olímpicos modernos. Los Juegos Olímpicos modernos, hace 120 años que se están realizando; se hicieron normalmente en Europa, algunas veces en Asia, algunas veces en América del Norte, siempre en el hemisferio norte, salvo en contadas excepciones: dos veces, una en Melbourne en el 56 y otro Sídney en el año 2000 y por tercera vez en la historia se hicieron en el hemisferio sur, en Río y por primera vez en América del Sur.
Hay que tener en cuenta que los Juegos Olímpicos se otorgan a una ciudad 7 años antes de su realización. Si miramos para atrás, 7 años antes la situación de Brasil era totalmente diferente a la que es hoy; hoy Brasil vive una situación económica y política totalmente distinta a la que vivía hace 7 años, Brasil hoy tiene a la presidente que fue electa en su momento, juzgada, separada de su cargo; a otro presidente que no pudo hacer un discurso en el estadio porque realmente toda la gente gritaba, y que no apareció en otras jornadas de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, a pesar de todos esos problemas políticos, a pesar de todos esos inconvenientes económicos y demás que tiene Brasil, organizó los juegos, lo hizo con brillo y los sacaron adelante las autoridades de Río de Janeiro, y yo diría, el pueblo de Brasil y los cariocas, que fueron fundamentales para llevar adelante esta empresa.
La organización que tuvo, de repente, algún problemita al comienzo, yo creo que se fue aceitando con el correr de los días y que en definitiva hay que decir que fue buena porque realmente lo fue, y por el esfuerzo que brindaron para organizar y para darle seguridad a los Juegos Olímpicos. A veces en contra de algunos minutos que se perdían para cumplir con todos los elementos de seguridad que estaban planteados, pero era necesario, era imprescindible, y así había que tomarlo. Entrar a un estadio era más o menos, como abordar un avión; había que pasar cosas similares y era lógico, está bien, no se podía pretender otra cosa; la seguridad se veía en las calles con la cantidad de policías, con el ejército mismo, presente en la ruta, en las calles, pero tenemos que decir que la organización en definitiva y la seguridad fueron realmente muy pero muy buenas.
En cuanto a la infraestructura, también fue excelente, porque una cantidad impresionante de escenarios deportivos de distintos deportes, no sólo en el parque olímpico sino en otros lugares, presentaron y se vieron a través de la televisión y lo vio todo el mundo, que eran realmente magníficos esos escenarios y que tuvimos la oportunidad de estar en muchos de ellos, que brindaban todas las comodidades y que le daban a los atletas toda la seguridad del caso para la práctica de sus deportes, así que felicitaciones a Brasil por los escenarios que presentó, realmente extraordinarios.
En lo que tiene que ver con transporte, había transporte público y transporte privado, las autoridades, los atletas, los periodistas, gozaban de una serie de posibilidades a través de los transportes, T1, T2, T3 que eran autos generalmente o camionetas que transportaban de un lugar a otro. A veces los traslados eran largos, a veces eran de una hora y media, pero de todos modos había algunos escenarios que quedaban alejados, eso complicaba un poco poder llegar o poder ir de un lado a otro, pero se le buscaron fórmulas, como por ejemplo la línea verde: era un carril en determinadas calles donde solo podían transitar la policía, solo podían transitar las ambulancias o los coches de la organización y eso realmente apuraba bastante el hecho de ir de un lado a para el otro, cosa muy importante y que se hizo en buena forma.
Las entradas, bueno yo creo que se recaudó y se recaudó mucho; los estadios estaban colmados, en cualquier deporte, uno iba a ver cualquier deporte y los estadios estaban colmados y el público se comportó notablemente, salvo algunos cánticos y algunos gritos de los argentinos, sobre todo contra los brasileños, pero que los propios jugadores del básquetbol argentino se encargaron de fustigar. Jugadores como Scola, por ejemplo, que dijo públicamente, «yo no estoy de acuerdo con lo que cantan mis compatriotas, están totalmente equivocados, y les pido que no canten más ese tipo de cosas». Algo muy importante dentro de un gran deportista que integra la selección argentina y que lo manifestó públicamente para que no siguiera ocurriendo.
El público, las entradas y un hecho muy, pero muy importante, los voluntarios. Los voluntarios fueron extraordinarios, solucionaban cualquier problema; además en casi todos los casos eran personas jóvenes, pero no cualquier persona, eran personas preparadas; nosotros tuvimos la oportunidad de tener una persona que siempre estuvo cerca y que nos ayudó muchas veces y que era ingeniera aeronáutica y que se brindó como voluntaria como muchos más para ayudar en la realización, en la organización de todo lo que tiene que ver con los Juegos Olímpicos. Realmente el trabajo de los voluntarios fue extraordinario y el presidente del Comité Olímpico Internacional, así lo destacó incluso en la ceremonia de clausura, les entregó una distinción marcando lo que había sido ese trabajo de los voluntarios. Para mí, fue clave y fue sencillamente extraordinario.
Se puede ir a los Juegos Olímpicos en distintas calidades, se puede ir como atleta, se puede ir como dirigente, se puede ir como periodista, se puede ir como espectador o simplemente como turista, entonces es diferente en la condición que va cada uno, pero todas son válidas, importantes, necesarias y bueno, se convive de alguna manera cada uno cumpliendo el rol correspondiente y hemos hablado con colegas, con amigos periodistas, que cumplieron su función y que no tuvieron mayores inconvenientes; la zona mixta que existía en todos los estadios para poder tener contacto con los periodistas, con los deportistas luego de cada una de las actividades, y todo eso se hizo realmente en muy buena forma.
La villa olímpica tenía una cantidad de edificios que yo no los conté, pero eran 30 o más edificios, de 18 pisos cada uno, donde estaban alojados los atletas y los componentes de cada una de las delegaciones, entrenadores, dirigentes y demás. En esa villa olímpica, había casi 11.000 atletas, 10.000 y pico, la mitad hombres, la mitad mujeres. Había banco, correo, supermercado, restaurantes, en fin, había todo lo que tiene que tener un lugar para que 11.000 personas, puedan desarrollar todas las actividades, entrenar. Además, toda la gente que trabajaba en torno a ello para hacer eso posible, estamos hablando de cerca de 20.000 personas que integraban la villa olímpica, yo les pregunto ¿cuántas ciudades del Uruguay hay que no tienen 20.000 personas?, es una verdadera ciudad. Una ciudad donde había gente de distintas razas, donde había gente de credos diferentes, de ideologías diametralmente opuestas; sin embargo mostraron una convivencia extraordinaria, producto del deporte, de los valores olímpicos, y allí estuvieron todos juntos pasando todos estos días. Realmente un ejemplo de tolerancia, un ejemplo de solidaridad, un ejemplo de compañerismo que debe ser tomado como un gran aporte del movimiento olímpico hacia el mundo, demostrando como pueden estar juntas personas tan distintas y que se puedan llevar realmente tan bien; porque la unión que tienen todas esas personas, tienen muchas cosas distintas y diferentes, pero tienen una en común, que es el deporte, que es lo que los une, como están unidos los aros olímpicos, están entrelazados precisamente, por la fuerza que da el deporte. Bueno eso creo que es un tema que debe ser destacado y que es muy, pero muy importante.
Vimos actos de Fair Play, varios, además tomando el Fair Play como siempre decimos y lo definimos, como las dos erres, la erre de respeto y la erre de rechazo, rechazo a las trampas, al dopaje, a ser cosas que no se deben en contra de los reglamentos y el respeto a los compañeros, a los rivales, al público, al deporte en general y a las reglas. Bueno, esas dos erres se cumplieron, y se cumplieron muy, pero muy bien.
Ese gran espectáculo, no puede haber en deporte un espectáculo más grande que los Juegos Olímpicos, y, además, es la gran emoción que puede tener cualquier deportista; no puede haber mayor emoción que subir a un podio olímpico, que a uno le entreguen la medalla y que toquen el himno, por lo que uno hizo, de su país, y levanten la bandera ante la mirada del mundo por algo que hizo una persona. Sinceramente, creo que debe ser la emoción más grande que puede tener un deportista en su vida en un hecho que es verdaderamente inolvidable.
Uruguay fue parte de los juegos; 208 naciones estuvieron presentes, y entre ellas estuvo presente Uruguay, con 17 atletas, 14 de los cuales clasificaron consiguiendo las marcas y 3 fueron por invitación, 8 deportes estuvieron presentes que no es poco para lo que es el Uruguay, yo diría que es mucho y que esta delegación olímpica marcó, no había deportes colectivos, pero 8 deportes estuvieron presentes. Si hacemos un ranking, esto es un poco personal, pero un ranking de la actuación de los uruguayos, de cómo les fue, de lo que dejaron, de lo que hicieron, yo pondría en primer lugar a Emiliano Lasa. Emiliano Lasa en salto largo terminó en el sexto lugar, sexto lugar en el mundo, recibió diploma olímpico, es una actuación extraordinaria, un deportista uruguayo logró meterse en un lugar como ese, sexto lugar.
Otros deportistas uruguayos, todos hicieron su esfuerzo, pero, por ejemplo, Andrés Silva, Jhonatan Esquivel, Nielsen en deportes ecuestres, Inés Remersaro, uno de los gemelos Cuestas, bueno, creo que cumplieron, porque pasaron la primera fase; en el caso de Andrés Silva que clasificó para semifinales, Jhonatan Esquivel cumplió con el objetivo que era estar en la final de la categoría C, el caso de Nielsen qué pasó las dos primeras rondas y que además estaba atravesando la enfermedad de su padre, a tal punto de que falleció el último día de competencia; sinceramente con toda esa carga, tuvo una muy buena actuación. Inés Remersaro, que batió su récord nacional cosa que también debe ser considerada y Cuestas que logró la mejor marca en maratón de la historia de Uruguay, en el número 40 clasificando para el campeonato del mundo, sinceramente eso debe ser tenido en cuenta, y es una buena gestión; cumplieron y con creses. El caso de Lola Moreira, de Zamora que tuvieron más que aceptables actuaciones, Lola tiene nada más que 17 años, es vice campeona del mundo sub 19, la campeona del mundo sub 19 salió igual que ella, lo que demuestra en la vela y en ese deporte, que la experiencia vale y vale mucho también y que compitió contra personas que la doblan en edad, en la mayoría de los casos y que tienen una mayor experiencia, pero seguimos confiando en que Lola, es una de las grandes deportistas y una de las grandes promesas y esperanzas que tiene el Uruguay. Y Zamora que terminó en el número 50, bueno hasta este momento la mejor posición en maratón en Uruguay era el número 54, quiere decir que superó esa marca y también logró una clasificación para el mundial.
Luego, ya en un lugar de menor importancia, quedaron Déborah Rodríguez, Foglia, el otro Cuestas, Cuevas; yo creo que se esperaba más de estos atletas y que no estuvieron a la altura de lo que por lo menos era la esperanza, que se podría tener de su rendimiento, y otros tres como Melconian, Rito y Aprahamian, realmente en las primeras de cambio ya quedaron eliminados; en el caso de Melconian ni siquiera llegó a su marca, Rito estuvo 9 kilos abajo de su marca de levantamiento de pesas y Aprahamian perdió en el primer combate.
Esa fue en definitiva la actuación del deporte uruguayo. Muchos deportistas uruguayos, y esto lo traemos a colación porque creo que se debe saber en un ámbito como este, que es el Panathlon, se quejaron de la falta de apoyo. Bueno la primera pregunta que nos debemos hacer es si el Estado debe apoyar el deporte; yo leí la Constitución, del artículo 1 hasta el último, y la palabra deporte no aparece; en la Constitución de la República Oriental del Uruguay el deporte no existe, lo único que dice es que el Estado debe asegurar el ingreso a la educación física. Nosotros cuando hablamos de deporte mezclamos algunas cosas y englobamos dentro de la palabra deporte varias cosas que son distintas, pero popularmente cuando decimos deporte hablamos de juego, hablamos ejercicio físico, hablamos de educación física, hablamos de recreación y hablamos de deporte propiamente dicho, el deporte de competencia con reglas y con competencia, generalmente cuando decimos deporte englobamos todas esas cosas.
Entonces sí, contestamos afirmativamente la pregunta que yo digo se debe contestar afirmativamente, que el Estado debe contribuir al deporte, al deporte en todas sus aristas, al deporte comunitario, al deporte en la educación, al deporte federado y a los programas especiales en torno al deporte; es un ámbito muy amplio. El deporte federado es una parte, tal vez la que tiene más visibilidad, tal vez la que llega más a la gente. Entonces cómo se debe contribuir. Felizmente en el Uruguay, tenemos una herramienta muy importante que a mí juicio está funcionando cada vez mejor y que habrá que seguir mejorando porque todo es perfectible, pero la Fundación Deporte Uruguay, es una herramienta muy importante, y hace que estén unidas la Secretaría Nacional del Deporte y el Comité Olímpico Uruguayo y que trabajen juntos para apoyar a los atletas que participan del ciclo olímpico. El ciclo olímpico que es ese período de la olimpíada de 4 años, que va de un juego a otro y que tiene una serie de competencias en el medio y que tiene competencias clasificatorias y que se apoya a los atletas no sólo económicamente, sino que se los apoya científicamente a través de laboratorio de alto rendimiento y técnicamente a través de un equipo de profesionales que está cerca de los atletas para colaborar en su preparación.
Por ejemplo, a través de la Secretaría Nacional del Deporte en un año y medio, las Federaciones, que son 61 en el Uruguay, recibieron tres millones y medio de dólares, que para el Uruguay es una cantidad muy importante, porque hicimos un estudio en el mundo tomando en cuenta el PBI de los países y tomando en cuenta la cantidad de habitantes y el Estado uruguayo pone más dinero en el deporte, que Alemania, por ejemplo, proporcionalmente. Si en Méjico se pone un impuesto de U$S 1 por habitante recogemos 120 millones de dólares, y si ponemos el mismo impuesto en el Uruguay vamos a tener 3 millones de dólares, así que ubiquémonos donde estamos y lo que se hace.
A través de la Fundación Deporte Uruguay, entre la Secretaría Nacional del Deporte y el Comité Olímpico Uruguayo, para esta este último año y medio de preparación, para llegar a los juegos, se puso en dinero más de un millón de dólares, bastante más de un millón de dólares, así que apoyo hubo, económico, técnico y científico, y además esto: hubo becas, becas que el Comité Olímpico a través de Solidaridad Olímpica consiguió y algunos de los atletas que participaron, hace 6 u 8 años que tienen becas. Está el Dr. Maglione, que mejor que él no lo sabe nadie, o sea que también y en algunos casos tienen más de una beca, porque tienen la beca de Solidaridad Olímpica, han tenido la beca de la Fundación Deporte Uruguay, han tenido beca del Ejército, algunos que han ingresado al Ejército, han tenido una beca del Ministerio del Interior, los que colaboran con el proyecto Pelota al Medio, y aparte de eso alguno de los atletas tienen sponsors individuales, que me parece muy bien, que el que se los consiga, que el que lo pueda conseguir y puedo obtener ayuda por otros medios que lo haga, y está bárbaro. Hay atletas que participaron en estos Juegos Olímpicos, que tienen sponsors individuales por más de 100.000 dólares, así que no pueden decir que no tienen apoyo, porque apoyo han tenido y han tenido mucho. Entonces creo que esto es algo que hay que decirlo y se tiene que saber, porque a veces la gente se queda con una declaración, a veces hecha en caliente, cuando termina una prueba, donde se dicen cosas que no se ajustan a la verdad, que no se ajustan a lo que corresponde. La verdad es ésta, la que les estamos en este momento dando y marcando.
Pero esto fue simplemente un momento del deporte, el deporte sigue y en eso estamos; ya estamos trabajando y seguramente en los próximo días en la Fundación Deporte Uruguay, nos vamos a juntar, vamos a empezar a trabajar y a pensar para todo lo que se viene; observen ustedes, para los Juegos de Playa 2017, Juegos de la Juventud 2018, Juegos Sudamericanos 2018, Juegos de Playa 2019, Juegos Panamericanos 2019 y Juegos Olímpicos Tokio 2020, o sea, hay una serie de actividades que tienen que ver con el ciclo olímpico, que seguramente serán atendidas por la Fundación Deporte Uruguay, en un proyecto que lleve al 2020, que lleve a este nuevo ciclo olímpico; ojalá con las mejores posibilidades, pero con un proyecto organizado que ayude a los atletas uruguayos y que en definitiva, es una ayuda, una colaboración a todo el deporte uruguayo.
En definitiva, después, cuando cae el telón de estos Juegos Olímpicos, nos quedan esas dos cosas que quedan siempre y que son valores eternos, que vienen de tanto tiempo atrás y que se van a mantener en el futuro: primero, que el deporte sigue siendo un factor de educación que ayuda a todos los pueblos, y que el deporte es una forma de superación, por eso el lema olímpico «Citius, altius, fortius», más rápido, más alto, más fuerte; en definitiva ese afán de superación, de tratar de ser, a través del deporte y a través de la vida cada día un poquito mejor. Muchas gracias. Aplausos.
Señor Presidente: agradecemos a Alfredo sus brillantes palabras, no nos extraña la brillantez, pero la verdad, fantástico. Le estamos pasando la posta al Presidente del Comité Olímpico, Dr. Julio César Maglione, porque nos parece que, seguramente, debe haber otros enfoques sobre esta misma temática y lo estamos invitando para el próximo convivio a que nos brinde sus palabras.
Fotos: www.cou.org.uy, agradecemos a su Presidente, Dr. Julio C. Maglione, la correspondiente autorización de uso.